Ismael Castro Acevedo (56 años) es agricultor en las veredas de Nunchía. Desde hace un tiempo, venía sintiendo pesado el corazón, con dolores en el pecho.
—Uno siendo campesino mientras no le duela nada, uno no acude al médico. No es que nosotros nos la queramos dar de guapos, sino que nosotros somos muy duros. Cualquier dolor uno va, se baña la cabeza, se acuesta un ratico y le pasó —dice.
Cuando al fin fue al médico, el doctor le dijo que su corazón estaba trabajando muy lento. Le ordenaron el examen de Chagas y en menos de un mes tuvo el resultado que temía: positivo.
En la fase crónica de la enfermedad, luego de años o hasta décadas de la infección, una de cada tres personas sufre daños al corazón —como Ismael— y una de cada 10 sufre de problemas digestivos.