María Elena Acevedo tenía un fuerte ardor en el pecho y cualquier subida le daba “un hogo” [un ahogo] que le tocaba parar. Por eso se hizo los exámenes de Chagas y descubrió que tenía la enfermedad. Como su corazón ya no funciona muy bien, el médico le recomendó ponerse un marcapasos.
Su hijo, que estudió primaria en la vereda, también tenía Chagas. Ella le dio el tratamiento completo y ahora cuenta, con cara de alegría, que los exámenes muestran que no tiene la infección.